La Reflexología Facial o Facioterapia trabaja desde el rostro, con magníficos resultados en tu salud y bienestar general.
Los resultados van más allá de lo estético, actuando a nivel tanto físico como emocional.
Su origen es inmemorial y se ha practicado en casi todas las culturas y pueblos ancestrales. Encontramos testimonios entre los antiguos egipcios y en las mitologías de otros pueblos africanos y aborígenes. También los indios norteamericanos y casi todas las culturas latinoamericanas lo practicaron. Estamos pues ante una técnica sanadora intuitiva y de autoconocimiento de la que el hombre siempre ha hecho uso.
Agradable, relajante, no invasiva, así es esta desconocida y maravillosa técnica de belleza.
EL LENGUAJE DE LA CARA
La piel del rostro aporta mucha información acerca de nuestra salud; Su tono, brillo y textura son indicativos de la salud. Los lunares, arrugas, hoyuelos, cicatrices y las manchas del rostro, nos hablan de posibles desequilibrios internos y nos indican debilidades energéticas. El lugar donde aparecen, no es casual y la Reflexología Facial ayuda a interpretarlos por medio de unos esquemas reflexológicos, que actúan como mapas sobre la cara.
Otra forma de saber acerca de nuestra salud es a través de la lectura de los meridianos de acupuntura. En una sesión de facioterapia trabajaremos sobre los puntos energéticos de la cara.
Los Mapas del Rostro
Diferentes escuelas han trazado sus guías de trabajo en el rostro. Utilizando estos mapas ilustrados tanto a nivel estético como terapéutico.
La Reflexología Facial y nuestra imagen
Un enfoque holístico del bienestar significa que para tratar la belleza exterior tenemos que mirar también hacia nuestro interior.
La Facioterapia es una técnica de trabajo estético que va del rostro al cuerpo y viceversa.
Gracias a la Facioterapia, vemos que cualquier dolencia corporal se manifiesta en el rostro por señales que la delatan y sobre la que podemos actuar. Con esta técnica, trabajaremos sobre estos desequilibrios, estimulando y re-equilibrando de forma natural nuestro cuerpo desde la cara.
La aplicación ‘cosmética’ de esta técnica implica acceder a nuestra belleza desde el punto de vista de la salud, sabiendo que un rostro bello y equilibrado es una proyección de nuestro bienestar general: la Facioterapia es pues una técnica de ‘estética natural’ que, además de ser no invasiva y sin infiltraciones o inyecciones, ni siquiera necesitaría la aplicación de productos para trabajar sobre una piel saludable.
En qué consiste una sesión:
Lo primero que haremos será despertar la energía de la persona con una movilización manual de la energía YANG para oxigenar y autonutrir la piel. Seguiremos después con unas manipulaciones de efecto YIN que calman, refrescan, hidratan y relajan. A continuación realizamos un drenaje linfático con un suave masaje, movilizando las zonas reflejas de los ganglios linfáticos, para depurar y eliminar toxinas que la sangre no es capaz de eliminar. Así, con el rostro ya relajado y preparado, se iniciará la estimulación energética profunda, actuando sobre los puntos energéticos y soltando las tensiones bajo la piel.
Reequilibra el organismo, mejora y alivia molestias y dolores ¡y nuestra cara lo manifestará mostrando su esplendor!
Autotratamiento
Utiliza tus manos y simples herramientas que tengas a tu alcanze a nosotras mismas con las manos y las herramientas que tengamos. Nuestros dedos, los masajeadores minerales, como punteros de cuarzo o la tan popular últimamente herramienta de la medicina tradicional china, la Gua-Sha de jade, serán suficientes. Bastará aprender los movimientos básicos con un/a profesional para practicarlo en casa. El automasaje facial es también una forma de Facioterapia.
Y para concluir el tratamiento…
No debemos olvidar nunca concluir con un suave DRENAJE MANUAL descendente hacia los términos linfáticos, para acompañar las toxinas liberadas y así deshacernos de ellas.
Beberemos finalmente un vaso de agua para hidratarnos bien tras el masaje.
Si quieres probar una sesión completa te recomiendo que contactes con @miranda.faciales